Si observas los libros para los nuevos profesores verás que surge una nueva tendencia, docenas de ellos, incluidos cuatro de los cinco libros más vendidos en Amazon ahora mismo, incluyen de alguna forma en el título o en subtitulo la palabra “sobrevive”.
En ningún otro género, fuera de los libros que hablan sobre el fin del mundo o para los amantes de la naturaleza ocurre algo así, donde la palabra “sobrevive” es tan literal. Esta referencia constante al estrés y a la supervivencia dice algo importante sobre la forma en que la comunidad educativa ve a los nuevos docentes. Al final, lo que generalmente los define no son sus habilidades y contribuciones, sino las cosas sobre las que deben sobrevivir: la lucha diaria por el control de la clase, las largas jornadas y los pasos en falso.
Cualquiera que haya sido un nuevo maestro sabe que la lucha diaria por el control del aula, los pasos en falso embarazosos y los días brutalmente largos forman parte del día a día en los primeros años como profesor. Un artículo reciente de Atlantic llamado "El primer año de enseñanza se puede sentir como una novatada" habla de cómo los nuevos maestros a menudo se saltan comidas y reducen sus vidas personales a casi nada en un esfuerzo por mantenerse “fuera del agua”.
Si bien eso es parte de la historia, no debería serlo toda. Cada año, los nuevos profesores y profesoras hacen mucho más que quedarse en sus clases hasta demasiado tarde y tener problemas para controlar sus aulas. También crean e innovan, conectan e inspiran a los estudiantes, e insuflan nueva vida al viejo statu quo, pero estas cosas rara vez se recogen en el título de un libro.
La manera en que se está desarrollando la narrativa actual puede llegar a ser un problema, esa estigmatización constante puede llegar a afectar a los nuevos profesores y al trabajo que éstos desempeñan. Existe una importante correlación entre la baja moral del educador y el bajo rendimiento del alumno. Además, los sentimientos de incompetencia que a menudo acompañan a los profesores en sus primeros años educativos pueden llegar a afectar significativamente a la vida personal de los nuevos profesores y seguramente tiene mucho que ver en que casi un 50 por ciento de los nuevos maestros abandona la profesión en los primeros cinco años de carrera.
Una de las cosas más importantes que los mentores de los nuevos docentes pueden hacer para ayudar a los aprendices, es enseñarles que son más fuertes que sus problemas. Necesitamos asegurarnos de que vean el valor de su contribución diaria y mostrarles cómo aprovechar mejor sus fortalezas y ventajas.
En el libro “Embarrassment: And the Emotional Underlife of Learning” Thomas Newkirk analiza cómo el reconocer nuestras fortalezas puede infundirnos la confianza necesaria para superar las lecciones más difíciles de la vida, y resulta que los nuevos profesores tienen algunas ventajas sobre los profesores más veteranos que les pueden ayudar a sobrellevar sus primeros años.
Los puntos fuertes de ser un nuevo docente son:
1.- Los nuevos profesores y profesoras tienen nuevas ideas.
La semana pasada un colega me confió que deseaba tener más nuevos profesores en su departamento porque su grupo lucha diariamente por innovar, mucho más que en otros departamentos.
Este es un punto que he escuchado antes, e indica una fortaleza básica para muchos maestros nuevos: traen ideas frescas.
2.- Los maestros nuevos tienen nuevas perspectivas.
Junto con las nuevas ideas, los nuevos maestros pueden usar su nueva perspectiva para identificar vacíos que los profesores de toda la vida de una escuela quizás no ven o dar un nuevo enfoque. A veces hay ideas que pueden parecer muy obvias, pero es necesario un cambio de perspectiva para poderlas identificar e implementar.
3.- Los nuevos profesores a menudo son expertos en áreas que los maestros veteranos no lo pueden ser.
El termino enseñanza es muy amplio y ocupa mucho ancho de banda, por lo que incluso los veteranos más comprometidos pueden tener dificultades para mantenerse al día con las innovaciones y la investigación. Esto significa que mientras que los veteranos tienen una ventaja de conocimientos sobre los nuevos docentes en muchas áreas, los nuevos maestros a menudo tienen una comprensión mucho mejor de la investigación más reciente, las mejores prácticas y los avances pedagógicos o tecnológicos. Y están más al día de las últimas novedades del sector.
Esta experiencia, si se comparte con tacto y consideración, puede agregar mucho a un departamento, incluso a la escuela.
4.- Los nuevos docentes tienen una reserva de energía única.
Alguien que lleva 10 semanas de relación con una pareja probablemente tendrá un tipo diferente de energía que alguien que haya pasado la última década, incluso en la relación más fuerte. El mismo principio es válido para los maestros nuevos, quienes, debido a que su viaje es muy reciente, a menudo tienen un tipo de energía único. Esta exuberancia puede ayudarlos a conectar e inspirar a los estudiantes, que a menudo se sienten atraídos por su energía y entusiasmo.
By Matthew M. Johnson Profesor de inglés y escritor @a2matthew