Criar a un niño o niña mentalmente fuerte no significa que no llore cuando esté triste o que a veces no falle. La fuerza mental no hará que tu hijo sea inmune a las dificultades, ni tampoco reprimir sus emociones. De hecho, es todo lo contrario. La fuerza mental es lo que ayuda a los niños a recuperarse de los reveses.
Les da la fuerza para seguir adelante, incluso cuando están plagados de dudas. Un músculo mental fuerte es la clave para ayudar a los niños a alcanzar su mayor potencial en la vida. Pero criar a un niño mentalmente fuerte requiere que los padres eviten algunas prácticas parentales comunes, pero poco saludables y que les debilitan su fortaleza mental.
A continuación 13 cosas que las familias mentalmente fuertes no hacen, para criar a un niño o niña mentalmente fuerte y preparado para enfrentar los desafíos más difíciles de la vida:
1.- Deshazte de una mentalidad de víctima
Fallar un penalti o suspender un examen no convierten a tu hijo en una víctima. El rechazo, la injusticia y el fracaso forman parte de la vida. Enséñales que no importa cuán duras o injustas sean las circunstancias, siempre se pueden tomar medidas positivas.
2.- No te dejes guiar por la culpa
Ceder a los sentimientos de culpa le enseña a tu hijo que la culpa es intolerable. Los niños y niñas que aprendan esto no podrán decirle que no a alguien que les diga: "Sé un amigo y déjame copiar tu examen", o "Si me quisieras, harías esto por mí". Demuéstrales a tus hijos que, aunque a veces te sientas culpable, y lo hacen todos los buenos padres, no vas a permitir que tus emociones incómodas te impidan tomar las decisiones acertadas.
3.- Hacer que los niños sean el centro del universo
Si haces que tu vida entera gire alrededor de tus hijos, crecerán pensando que todos deberían atenderlos. Y los adultos que se creen el centro del mundo es probable que no lleguen muy lejos en la vida. Enséñales a tus hijos a concentrarse en lo que tienen para ofrecer al mundo, en lugar de enfocarse en lo que pueden obtener de él.
4.- Permitir que el miedo guie las decisiones
Aunque mantener a tus hijos dentro de una burbuja protectora te evitará mucha ansiedad, darle una vida demasiado segura le enseña a tu hijo que debe evitar el miedo en todo momento. Demuéstrales a tus hijos que la mejor manera de vencer el miedo es enfrentarlo, y criarás personas valientes dispuestas a salir de sus zonas de confort.
5.- Dar a tus hijos poder sobre ti
Dejar que los niños dicten qué comerá la familia durante la cena o a dónde se irá la familia de vacaciones, da a los niños más poder del que están listos para manejar. Tratar a los niños como a un igual - o al jefe - en realidad les roba fuerza mental.
Bríndales a tus hijos la oportunidad de practicar como por ejemplo encargando las pizzas por teléfono, escuchando cosas que no quieren escuchar y haciendo cosas que no quieren hacer. Deja que tus hijos tomen decisiones simples mientras mantienes una clara jerarquía familiar.
6.- Esperar la perfección
Esperar que tus hijos rindan bien es saludable, pero esperar que sean perfectos será contraproducente. Enséñeles a tus hijos que está bien fallar. Está bien, y es normal, no ser excelente en todo lo que hacen. Los niños que se esfuerzan por convertirse en la mejor versión de sí mismos, en lugar de ser los mejores en todo, harán que su autoestima dependa de cómo se ven en comparación con los demás.
7.- Dejar que los niños eviten la responsabilidad
Dejar que los niños se salten las tareas domésticas o evitar que tengan una actividad extraescolar después de la escuela puede ser tentador. Después de todo, es probable que desees que tus hijos tengan una infancia despreocupada. Pero los niños que realizan tareas apropiadas para su edad no están sobrecargados. En cambio, están ganando la fortaleza mental que necesitan para convertirse en ciudadanos responsables.
8.- Proteger a los niños del dolor
Los sentimientos de dolor, la tristeza y la ansiedad son parte de la vida. Permitir que los niños experimenten esos sentimientos dolorosos les brinda la oportunidad de practicar la tolerancia a la incomodidad. Proporciona a tus hijos la orientación y el apoyo que necesitan para lidiar con el dolor, para que puedan ganar confianza en su capacidad para manejar las inevitables dificultades de la vida.
9.- Sentirse responsable de las emociones de sus hijos
Animar a tus hijos cuando están tristes y calmarlos cuando están molestos significa que asumes la responsabilidad de regular sus emociones. Los niños necesitan adquirir competencia emocional para que puedan aprender a manejar sus propios sentimientos. Enseña de manera proactiva a tu hijo maneras saludables de sobrellevar sus emociones para que no dependan de que los demás lo hagan por ellos.
10.- Evitar que los niños cometan errores
Corregir sus ejercicios de matemáticas, verificar dos veces que no se han olvidado el desayuno y recordarles constantemente que tienen que hacer los deberes no les hará ningún favor. Las consecuencias negativas normales a alguno de esos errores pueden ser algunos de los mejores maestros de la vida. Deja que tus hijos se equivoquen a veces y muestrales cómo aprender de sus errores para que puedan volverse más sabios y fortalecerse.
11.- Confundir disciplina con castigo
El castigo implica hacer sufrir a los niños por su maldad. La disciplina, sin embargo, se trata de enseñarles cómo mejorar en el futuro. Criar a un niño que teme "meterse en problemas" no es lo mismo que criar a un niño que desea tomar buenas decisiones. Usa consecuencias que ayuden a tus hijos a desarrollar la autodisciplina que necesitan para tomar las mejores decisiones.
12.- Tomar atajos para evitar problemas
Aunque ceder ante un niño que lloriquea o hacerle los deberes hará más fácil tu vida en ese momento, esos atajos inculcarán hábitos poco saludables en tus hijos a largo plazo. Evita tomar ese tipo de decisiones y muestra a tus hijos que puede resistirse a los atajos tentadores. Les enseñará que son lo suficientemente fuertes como para perseverar incluso cuando quieran rendirse.
13.- Perder de vista tus valores
Muchos padres no están inculcando los valores que aprecian a sus hijos porque están inmersos en el caos cotidiano de la vida. Asegúrate de que tus prioridades se reflejan con precisión en las cosas que más valoras de la vida, y le dará a tus hijos la fortaleza para vivir una vida significativa.
By Amy Morin (publicada originalmente en Inc.)