Cada vez hay más escuelas infantiles, sobre todo privadas, que ofrecen el servicio de natación y matronatación para bebés. ¿Sabes cuáles son todos los beneficios de estas actividades y como pueden ayudar a mejorar la vida de tus hijos e hijas?
La natación es uno de los deportes más completos que puede practicar un niño, en él se ejercita la capacidad pulmonar y se estimula la musculatura completa del cuerpo. Pero además en los bebé y niños pequeños, permite el contacto y familiarización a una edad temprana con el medio acuático, le pierden el miedo y aprende a nadar o sacar la cabeza fuera del agua, evitándonos futuros problemas cuando llega la temporada de piscinas y playas.
A esa edad tan temprana, los bebés por instinto se sienten muy cómodos en el agua y es importante crear un clima para que su primer contacto sea agradable y positivo, en el agua también se estimula la capacidad motora y pulmonar de los bebés. Además de que supone una maravillosa experiencia lúdica, placentera, afectiva y de estimulación temprana.
No todas las escuelas infantiles tienen piscina en sus instalaciones, para solventarlo muchas de ellas llegan a acuerdos con piscinas privadas o publicas donde llevar a sus alumnos durante el horario lectivo o como actividad extraescolar. Las actividades de matronatación en guarderías, pensadas específicamente para bebés, necesitan del acompañamiento de uno de los progenitores, para que el bebé se sienta seguro y poder desarrollar las actividades que indique el monitor.
La principal diferencia con la natación para niños, es que la matronatación en la guardería no está pensada para que los niños aprendan a nadar, ya que aún no han desarrollado las aptitudes físicas necesarias para ello, que se logra entre los 3 y 4 años. Si no, que la principal función de la matronatación con bebés es que, a partir de sus primeros meses de vida, pierdan el miedo al medio acuático y aprenda a flotar y sacar la cabeza fuera del agua, todo ello de manera lúdica para lograr su estimulación. De lo que se trata es de que el bebé se acostumbre al agua, se relaje en ella y se sienta cómodo en el medio. Lo más importante es que el bebé aprenda a darse la vuelta y sacar la cabeza fuera del agua en caso de que por ejemplo se caiga a una piscina.
Los especialistas señalan que cuando el bebé es sumergido en el agua realiza un reflejo instintivo llamado apnea que no le permite la entrada de agua ni por nariz, ni por boca. Cuanto más pequeño el bebé, más recuerdos del vientre materno. Al iniciar la actividad de manera más tardía, ese reflejo se va perdiendo y el niño demora más en aprender la actividad.
En las actividades de matronatación en la escuela infantil es imprescindible la interacción del bebé con un adulto, el rol que juegan los padres en esta disciplina es fundamental para fomentar la confianza, el lazo familiar y el aumento de autoestima en los más pequeños. Por eso esta actividad se suele ofrecer en horario extraescolar. Sobre cuál es el mejor momento para iniciarse en la matronatación, la práctica habitual está entre los 4 y los 6 meses que suele coincidir con la opinión de la mayoría de los pediatras. A partir de esta edad, el bebé ya ha mejorado su sistema inmunológico y ya le han sido incorporadas las principales vacunas con lo que el riesgo de ponerse malo disminuye.
Los posibles riesgos que puede comportar llevar a nuestro hijo a una piscina en una guardería son posibles infecciones por cloro, episodios de otitis o problemas gastrointestinales si tragan agua. Y una falsa sensación de seguridad en los padres que haga que se relajen en el control del pequeño cuando hay una piscina cerca.
Si buscas una escuela infantil con piscina, debes saber que es importante que la temperatura de la piscina y del ambiente en general debe estar a 30º al menos (a 32º para bebés de menos de 3 meses o que pesen menos de 5,5 kg). Y el porcentage de cloro debe ser inferior a 0,5. Un nivel excesivo de cloro puede generar irritaciones en los ojos e, incluso, problemas respiratorios asmáticos sobre todo en menores. Las condiciones higiénicas deben pasar los controles de sanidad exigidos por cada Comunidad.
Las clases de matronatación en la guardería suelen tener una duración entre 20-30 minutos para los bebes más pequeños y entre 30-45 minutos para los mayores. Acabarán exhaustos y verás que seguramente esos días duerman mejor. Para el desarrollo de la actividad se utilizan todo tipo de materiales didácticos como pelotas, pullovers, tablas etc. que reforzarán el carácter lúdico de la actividad. La música es un elemento muy importante en las clases de matronatación. Dependerá de la escuela donde se impartan las clases y del monitor, pero, desde mi punto de vista, la música no ha de faltar en una sesión de natación de bebés.
Agua, aprendizaje y amor es el combo infalible para desarrollar dicha actividad con tus hijos.
Beneficios que aporta la matronatación en la escuela infantil:
1.- Mejora del desarrollo psicomotor, ofreciendo al bebé mayor libertad de movimientos, aumentando la sensibilidad y mejorando la coordinación. El bebé que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, siendo mucho mayor la libertad y continuidad de movimientos. A muy temprana edad comienzan a tener nociones de desplazamiento y distancia de una gran riqueza y sensibilidad, lo que redundará en una mayor coordinación motriz.
2.- Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio, La natación fortalece el corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre.
3.- Aumento de la relajación del bebé, por lo que duerme mejor y más horas seguidas.
4.- Fortalecimiento de la relación afectiva-cognitiva entre bebé-mamá-papá, las propias vivencias que genera la práctica de la natación ayudaran al conocimiento mutuo, alimentando el amor y orgullo de mamá y papá.
5.- Aprendizaje y desarrollo de habilidades de supervivencia en el agua. Un ejemplo de ello es el aprender a girarse sobre su espalda y flotar ante una caída al agua.
6.- Ayuda al sistema inmunológico.
Para facilitar y preparar la adaptación a este tipo de actividad puedes convertir el rato diario de baño en los días previos, en un rato de juego, ofrécele juguetes de agua y déjale jugar bajo supervisión. Puedes llevar estos juguetes a las clases durante los primeros días para que crear un ambiente que le sea familiar. Puedes también mojarle la cara de manera divertida durante el rato de baño en casa y que lo asocie a una sensación agradable. Es buena idea que antes de la primera clase probéis a bañaros juntos y le sonrías. Nadar con tu bebé puede ser una de las experiencias más bonitas y gratificantes que puedas vivir con él.