La maternidad nos ofrece nuevos retos cada día. Las verduras son un ejemplo. ¿Por qué cuesta tanto conseguir que nuestros hijos las coman? En mi casa la hora de la cena se convierte en un desafío. ¿Le pasa a alguien más? Y me acuerdo de noches en mi infancia sentada sola delante de un plato de verdura, mirándolo fijamente, hasta que el reloj marcaba la hora de acostarse. ¿Cómo podemos romper la aversión a las verduras? Aquí te explico algunas estrategias que yo utilizo para fomentar a mis hijos comer más verdura:
1. Ponles nombre
Juega con los platos de verdura poniéndoles nombre. ¿No suena mucho mejor un batido de Hulk que un batido de espinacas? ¿Y si ese batido de Hulk además te da su fuerza y sus poderes? Si a tu hijo o hija no le gustan los superhéroes, el brócoli pueden ser pequeños arbolitos de un bosque mágico encantado.
2. Disimúlalos
A veces sólo tienes que disimularlos y esconderlos entre otra comida y esperar que no los encuentren. La próxima vez que prepares brownies hazlo con puré de patata o calabaza.
La coliflor está teniendo su momento más álgido. Esta es una verdura fácil de hacer puré y agregarla al puré de patatas, batidos y masa de pizza.
Además, la próxima vez que estés haciendo un plato de pasta, tritura algunas zanahorias, calabacines etc. y agréguelos a la salsa.
3. Dales forma
Sin ningún tipo de duda, un niño preferirá las patatas fritas a la zanahoria, entonces, ¿por qué no transformas las zanahorias en un elemento más atractivo para la vista? Dales forma de patatas frita o utiliza un utensilio espiralizador para darle forma de fideos. Haz patatas fritas de zanahoria, remolacha, berenjenas, calabacín etc. A los niños les encanta la pasta, ¿verdad? En lugar de los fideos de pasta, prueba un espiralizador y convierta los calabacines, las zanahorias, la calabaza y similares en fideos y cúbrelos con la salsa de su pasta favorita. La buena noticia es que la mayoría de las tiendas de comestibles están empezando a vender fideos de verduras frescas así que no tendrás que hacer el trabajo.
4. Involúcralos
Haz que tus hijos participen del proceso. Si tienes un pequeño huerto, déjalos cavar el hoyo, haz que planten las semillas, que recojan los vegetales. Estarán tan orgullosos del proceso que no podrán negarse a probar el fruto de su “esfuerzo”. ¿No tienes huerto? No te preocupes, llévalos a la tienda y déjales escoger el producto. También puedes dejar que elijan las recetas o que colaboren en la cocina dejándoles lavar las verduras para la ensalada o el puré.
5. Sé un buen ejemplo
Los niños aprenden imitando y repiten lo que ven. Si tus hijos te ven comer verduras, será muy probable que imiten tu comportamiento y no lo vean extraño.
6. Insiste
Puede que te sientas cansada y te sea más fácil cambiar a otros alimentos, pero, debes seguir intentándolo. Recuerda esto, a veces los niños necesitan hasta 10 veces probar un alimento nuevo para que le acaben cogiendo el gusto. Sigue ofreciendo el brócoli y verás como finalmente lo acabarán aceptando.
Por Laura Sanjuan
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