Llevar mascarilla a la escuela, tomar la temperatura a la entrada, guardar la distancia de seguridad… Te damos algunos consejos para tratar de normalizar dicha situación con tus hijos. Esta nueva situación que estamos viviendo afecta a todos los aspectos de nuestra vida y la vida escolar no es una excepción. Los aspectos clave que debemos demostrar a nuestros hijos son calma, flexibilidad y la voluntad de tomar las medidas necesarias para asegurar el bienestar de todos.
Puede que los niños de edades comprendidas entre 4 y 7 años sientan ansiedad ante lo desconocido, sobre todo si los adultos que les rodean se comportan de forma similar. Puedes decirle con honestidad a tu hijo que un número muy reducido de niños se ha enfermado de coronavirus. Con calma, hazle saber que los adultos están dando lo mejor de sí para hallar las formas más efectivas de que todos estén a salvo, y que los niños pueden colaborar al seguir las reglas de la escuela. Aún se desconoce mucho sobre cuán probable es que un niño pequeño transmita el virus a otros niños y adultos. El mayor desafío para los niños de estas edades será controlar sus impulsos, bien sea abrazar a sus amigos o quitarse las mascarillas.
Sus superhéroes llevan máscara
Puede que a ojos de un niño llevar mascarilla parezca raro y antinatural, pero a esta edad los niños poseen una increíble capacidad de adaptación y generalmente quieren imitar lo que hacen sus padres. Si la escuela de tu hijo exige mascarillas, elige una que le resulte cómoda y haz que practique usándola en casa. Explícale que, tal como ocurre con un suéter nuevo, puede que necesite un tiempo para acostumbrarse a las mascarillas, pero niños de todo el mundo las están usando por su seguridad. Dependiendo de la personalidad de tu hijo, puedes aplicar distintas estrategias para incentivarlo:
1) Incluye las mascarillas en los juegos de tu hijo (confecciona mascarillas para una muñeca o figura de acción)
2) permite que tu hijo elija un diseño de internet o de su superhéroe favorito
3) hacer mascarillas juntos, usando el material favorito de tu hijo.
Si tu hijo es autista o es extremadamente sensible a estímulos sensoriales, lograr que use mascarilla probablemente sea un proceso largo, así que comienza a tiempo y primero dáselas a conocer mediante juegos.
Acompaña con música el lavado de manos
Es probable que los recesos para lavarse las manos sean una parte regular del nuevo día a día escolar. Ya le has explicado a tu hijo que lavarse las manos resulta clave para controlar el esparcimiento de gérmenes, así que limítate a recordarle cuál es la forma correcta de lavarse las manos. Cantar es una excelente forma de incentivar la participación de los niños y hacer las cosas más divertidas. También sirve para medir el tiempo. Puedes buscar una canción con la que coreografíar y acompañar el lavado de manos. ¿No se te ocurre ninguna canción? Cantar “If you’re happy and you know it” con las palabras “wash your hands” en lugar de “clap your hands” servirá. Si no te gusta, busca alguna otra canción que tenga una duración de unos 20 segundos
Demuestra tu cariño desde una distancia prudencial
Para los niños más cariñosos del preescolar y las primeras etapas de la escuela primaria será difícil controlar los impulsos de abrazar a sus maestros y compañeros de juego. Explícale a tu hijo que sus maestros y amigos también se alegran de verlo, y que, durante este tiempo de pandemia, debemos ser creativos en cuanto a buscar nuevas formas de demostrarnos afecto. Háblale sobre cómo puede demostrarle cariño a su maestro y amigos desde una distancia prudencial. Por ejemplo, podría decir “me alegra verte” formando un corazón con las manos.
Jugar juntos a 6 pies de distancia
Existe un menor riesgo de transmisión al aire libre, pero se les pide que mantengan una distancia prudencial entre sí o entre los niños de otros grupos durante el recreo. Crea un juego para aprender a visualizar una distancia de 6 pies. Corta cinta o hilos coloridos de 6 pies de largo y colócalos en el patio o en distintos lugares del exterior.
El lado positivo
A nivel mundial, niños de todas las edades se encuentran experimentando el estrés e incertidumbre de la pandemia. Y nosotros, como padres, sentimos el dolor de cada fiesta de cumpleaños virtual, de no poder salir a jugar con sus amigos y de los días solitarios sin mucho que hacer. En medio de todo el estrés y la tristeza, vale la pena recordar que los jóvenes poseen una increíble capacidad de adaptación: son criaturas de cambio, creatividad y capaces de arreglárselas con las muchas o pocas herramientas a su disposición.
En este momento, muchos niños están descubriendo un tesoro que durará toda la vida. Están aprendiendo que tienen una gran capacidad de resiliencia, hermanos que aman y la habilidad de aprender cosas que nunca imaginaron. Un adolescente comienza a escribir un diario. Otro niño hace una cesta de golosinas. Un estudiante de escuela intermedia tiene la oportunidad de pasar tiempo de calidad con su padre, quien suele estar saturado de trabajo. Los niños se están adaptando al mundo tal como es, y no como nosotros esperábamos que fuese. Y en este aspecto, están mejor capacitados que nosotros para enfrentar la situación. Por lo tanto, a medida que avanzamos en esta situación de pandemia presta atención a las pequeñas victorias que tu hijo sin duda está experimentando y celébralas. Pues estos serán los momentos de aprendizaje que lo marcarán de por vida.