Hoy en día hay demasiadas normas y la vida está muy guionizada. Todo se planifica, incluso las actividades de manualidades se hacen copiando e imitando otros objetos que se ya se encuentran en Pinterest. Atrás quedaron los días de juego libre, con actividades destinadas a crear cosas partiendo de cero. Muchos niños y niñas simplemente siguen un guion.
Mucha gente cuando se trata de los niños, no se preocupa únicamente por su felicidad, piensan en el éxito, en comparaciones, en hitos que lograr o trofeos y campeonatos que ganar. Dicen cosas como por ejemplo que la función de la escuela infantil es socializar y crear una relación donde se inicien unos conocimientos que luego acaben marcando una ventaja educativa competitiva. Y se olvidan de la importantísima función del ser feliz, sobre todo en la infancia.
Antes, la infancia estaba llena de interminables horas jugando al aire libre y muy poca tecnología. La imaginación se volvía loca jugando y creando historias con un par de coches y una caja de cartón. También se jugaba, socializaba y aprendía, pero sobre todo los niños eran felices y se divertían. Esto no quiere decir que los niños y niñas hoy no sean felices, porque muchos niños sí lo son. Pero otros muchos no, se sienten abrumados con tanta norma y comparación. Siguen demasiados horarios y normas, en definitiva, un guion que les impide desarrollarse y expresarse tal y como son.
Los padres y madres con tanto que hacer nos hemos olvidado de que la infancia debe ser sobre todo diversión y felicidad.
7 secretos de los niños más felices:
1.- Comen a su hora
Sé que parece demasiado sencillo para ser algo importante para determinar la felicidad de los niños. Pero intenta pensar en cómo te sientes cuando tienes mucha hambre. Así es como se sienten los niños cuando te olvidas de ponerles el bocadillo o comen más tarde de lo normal los fines de semana o por esperar al resto de la familia en una comida familiar. Comer con una pauta y horario regular mantiene el hambre bajo control y mantiene la actividad cerebral y corporal dentro de una pauta de desarrollo normal. Cuando los niños están tranquilos y satisfechos, experimentan una mayor felicidad.
2.- Tienen un sueño constante
Sé que hay niños que duermen mejor que otros. Pero esa no es una excusa para fomentar malos hábitos de sueño. Es necesario que enseñes a tus hijos a dormir. Cuando están bien descansados están preparados para empezar el día con energía. Haz del sueño y de la hora diaria de acostarse una prioridad.
3.- Juegan sin instrucciones
Busca en la apretada agenda y encuentra un momento para que tus hijos puedan jugar cada día. Intenta que jueguen a juegos no tan guionizados. Hoy día los niños están sobrecargados de juguetes que hacen el juego por ellos. Demasiado juego tecnológico. El tiempo de juego no estructurado parece ser un arte perdido en estos días. Permite que los niños se diviertan por sí mismos e incluye más juegos que permitan liberar su creatividad. Incluye más juguetes del tipo bloques de construcción.
4.- Se les permite expresar sus emociones
Cuando los niños están enfadados gritan, cuando están tristes lloran, a veces corren en círculos cuando no saben qué sentir. Y a veces lo hacen todo al mismo tiempo y en el pasillo de la tienda mientras compras y todo el mundo mira. Déjalos. Los niños necesitan expresar sus emociones. Soportar una de sus rabietas en público puede ser agobiante, pero gritarles o avergonzarles en público no les ayuda. Los adultos sabemos llamar a una amiga para desahogarnos cuando tenemos algún problema, los niños son un poco más primitivos. Déjales que se desahoguen a su manera y luego ofréceles ayuda. A veces interiorizar las emociones negativas puede llevarlos a tener problemas de alimentación, sueño, depresión etc.
5.- Se les permite tomar decisiones
Tener un poco de control sobre nuestras vidas hace mucho por ser feliz, a los niños les decimos contantemente qué comer, cómo vestirse, dónde ir etc. Permíteles de vez en cuando tomar alguna decisión. Déjales elegir la cena un día a la semana. O pregúntales cómo quiere vestirse el domingo. Dales la oportunidad de tomar alguna decisión y verás como sonríen con el cambio.
6.- Se sienten escuchados
Los niños son muy intuitivitos y saben perfectamente cuando les estamos escuchado y cuando respondemos con el piloto automático. Cuando los niños sienten que les estamos escuchando, sea sobre una escena de sus dibujos favoritos o sobre algo que aprendieron en el cole, se sienten mucho más conectados. Eso genera un aumento de confianza que repercute directamente en su felicidad. Escucha a tus hijos cuando hablan. Es la mejor manera de construir una relación sincera y hacerlo feliz.
7.- Experimentan el amor incondicional
Es la más importante. Los niños enredan. Les dices que no salten en el sofá una y otra vez, pero lo siguen haciendo. Y entonces se caen y lloran. Debido a que la infancia se basa en gran medida en la prueba y el error, y en ocasiones los niños solo necesitan correr riesgos. Perdónales y ámalos incondicionalmente. Cuando los niños saben que sus padres los aman y los apoyan sin importar qué, es más probable que tomen riesgos saludables. Son confiados y seguros en sus decisiones. Aprenden que a veces las personas cometen errores, pero siempre existe la posibilidad de corregir un error. Cuando los niños saben que sus padres siempre estarán allí para ellos son más felices.
Por Lorena Castel
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